sábado, 10 de mayo de 2008

Castro de Baroña


El castro de Baroña es uno de los mas impresionantes de los que conozco. No se porqué pero es uno de los que más me impresiona por su situación (ver puntito rojo en el mapa superior) ya que se situa en una lengua de tierra robada al mar.
Si se ve desde lejos la imagen que podemos tener del castro es algo como lo que vemos a continuación:
En el Castro se pueden apreciar las fortificaciones que lo rodean en su parte más débil y accesible; así antes de llegar a la muralla principal, nos encontramos en el itsmo con las dos primeras murallas paralelas que servirían de primer grupo de defensas ante posibles ataques enemigos.
Seguidamente lo que nos encontramos es un triple encintado de muros paralelos y escalonados de un metro de espesor y que finalizan en una puerta de entrada, la cual se encuentra flanqueada por una torre trapeizodal. En la zona sur del Castro y de más difícil acceso, el muro ya no es triple, sino que es un muro sencillo, tal vez porque su ubicación sobre un promontorio rocoso ya dificultaba el acceso al interior del castro suficientemente.
Tras la puerta de entrada -en la que se aprecian perfectamente los peldaños de la escalera- llegamos a un poblado dividido en dos: la parte inferior (la zona sur) y parte superior (la zona norte). En la zona sur situada a un nivel inferior que la norte, nos encontramos con las primeras construcciones y flanqueando la puerta aparecen los restos de la torre que serviria de defensa y haría también las veces de garita. En la zona norte separada de la anterior por una muralla más y a la que se llega por otra puerta con escaleras (igualmente muy bien conservada) y en la que se encuentran más construcciones, en las que se puede apreciar un mayor tamaño que las de la zona sur o nivel inferior.
Las construcciones que nos encontramos en el Castro de Baroña -independientemente del nivel en el que nos encontremos- son casi todas de planta circular, con banco corrido en todo el perímetro de las casas y no se aprecian puertas de entrada o ventanas. Esto es muy habitual en los castros que han sido poco o nada romanizados, puesto que el urbanismo -como se entiende hoy en día- no llega a nuestra tierra hasta que lo traen los romanos, que junto con ellos trajeron también las casas de planta cuadrada. Así pues, una organización urbanística y viviendas cuadradas con distribución interior solo las encontraremos en los castros más tardios y que alcanzaron su apogeo bajo la dominación romana.

Con respecto al hecho de la falta de puertas y ventanas en las construcciones castreñas todavía hoy suscita debate entre la comunidad arqueológica, no obstante, la teoría con más fuerza y más sostenida es aquella en la que se postula que la puerta de entrada estaría ubicada en la techumbre de la vivienda, la cual viene reforzada por la poca altura de las paredes exteriores, mientras que la iluminación interior vendría proporcionada por un hueco en la parte más alta que también haría las funciones de chimenea permitiendo la salida del humo producido fuego que estaba siempre encendido dentro de las viviendas.

El Castro de Baroña, es el más típico ejemplo de castro de tipo marítimo, ya que no solo se encuadra dentro de esta clasificación por su ubicación, ya que también lo hace por el medio de vida de sus habitantes. Pero de su economía hablamos en el apartado que tiene destinado.

Pero la majestuosidad del Casto de Baroña, no reside en sus muros, puerta de entrada (en un óptimo estado de conservación), o sus contrucciones; la belleza del Castro reside en el lugar que elegido por nuestros antepasados para levantar su civilización y sus urbes. La península rocosa perfectamente defendible por todos sus flancos, en los cuales el mar jugaba una parte importante, y su fortificación en el único acceso posible (teniendo en cuenta los medios materiales de la época), así como los acantilados que lo circundan, lo convierten en un bastión de resistencia, preparado para sufrir guerras, asedios, y los ataques de los ejercitos mejor armados. Sin embargo, las últimas excavaciones, abren la posibilidad que de poco sirvieron ante la llegada de las tropas romanas.



5 comentarios:

Miguelo dijo...

es q los romanos con esas armaduras, esos gladios... bua

Begoña dijo...

¿Y no dices nada de la playa nudista?

Begoña (Un baroñes a otro baroñés: ¿Otra vez pescado para comer?)

Chispita dijo...

Jajajajjaja
Se me olvidaba el detallito de la nudista cierto, cierto, cierto...

Anónimo dijo...

Está claro que es un lugar al que todo del mundo debería ir alguna vez

Esperemos que no se guíen por tus indicaciones que los mandas para boiro en vez de al Son...je!

Chispita dijo...

M.A. El mapa lo saqué de una web en la que estaba asi, pero creo que el sitio está bastante bien indicado.