jueves, 17 de enero de 2008

El problema de las asas


Estoy aquí rompiendome los cuernos con el problema de las asas para determinar función en cerámica castrexa.

Yo era tan feliz midiendo mis asas para saber si el recipiente en cuestión llevaba una o varias hasta que me apareción el problema de que esas asas, aun midiendo más o menos lo mismo, pueden ser más o menos en cada recipiente. Me explico, veo que dos cerámicas de las mismas dimensiones con asas idénticas pueden tener un número diferente de asas en posiciones diferentes.

Me vuelvo locaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaa.

6 comentarios:

Miguelo dijo...

pues a mi me parecen orejas...

un saludo

Unknown dijo...

Eu de tí poñeríaas todas como do mesmo cacharro. Hala. Democracia. E non serían asas, senon "un elemento decorativo de forma curvilinea que recorda a fertilidade feminina".

Sería unha cacharróloga pasable (dígoo pola verborrea...)?

A coidarse e a ser felices

Begoña dijo...

Bueno chica, mira el maravilloso invento cerámico del ser humano: el botijo. Puede ser pequeño o grande que siempre tiene un asa...

¡Arqueología Práctica!

Begoña (Hola soy el botijo, redondito y con pitorro, mantengo el agua fresquita, para que bebas a morro...)

Edel dijo...

Desde luego, estas asas que hacen lo que se les antoja... jeje

Jorge¡¡¡ dijo...

Qué poco funcionales eran los castrexos, no?

¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡

Odio a los castrexos¡¡¡

¡¡¡¡¡¡¡¡¡

Talogo¡¡¡

Chispita dijo...

Ya os digo.¡¡¡¡Estan locos estos castrexos!!!!!!
Y si, Edel, si las asas hacen lo que les sale de los pies.