
Era una noche soleada
y sin embargo llovía.
Nadaba una rana muerta
en una charca vacía.
Y a la luz de un farol apagado
leía un joven de cien años
en un libro sin letras que así decía
antes morir que perder la vida.
y sin embargo llovía.
Nadaba una rana muerta
en una charca vacía.
Y a la luz de un farol apagado
leía un joven de cien años
en un libro sin letras que así decía
antes morir que perder la vida.