Lo que me faltaba por hacer

Después de tantos días en le agujero del muerto los de la obra han decidido que tenemos que llevar un cartelito identificativo con nuestro nombre, DNI y cargo, aparte de un bonito casco blanco (cosa inútil donde las haya estando a cielo abierto).
Al principio no sabíamos el porque pero ahora ya lo sabemos. Tenemos que andar pululando por varias zonas en las que empiezan a mover tierra para cercionarnos de que los obreros no se cargan nada en el hipotético caso de que salga algo en esas zonas aunque no debería ya que está todo sondeado.

De este modo ya llevo dos días de interesante tarea con los obreros. El primer día, véase ayer, sólo estuve dos horas y media con un simpático palista melenudo haciendo unas mini zanjas para que los geólogos puedan recojer muestras de tierra. No nos apareció nada aparte de huesos de la capa Neopayés.
El segundo ya fue el mejor. Es decir, hoy. Estuve todo el día detrás de Buldozers, o como se escriba.


Primero tenía solo una por lo que era bastante fácil estar a dos metros de ella mirando lo que arrastraba para ver que no llevase nada antiguo. Pero luego tenía dos y la cosa se complicó un poco porque tenía que andar de un lado al otro sin perder detalle. De todos modos, algo de material antiguo salió entre todo el Neopayés lo que me alegró el día por fín cerámica romana (parece mentira que yo diga esto pero era bonita ejeej) y un trozo de una botella de vidrio hecha a molde que pudiera ser romano o medieval.
Ya seguiré contando mis aventuras con los obreros si es que me toca volver con ellos.